Deambulaba por la calle Corrientes con esa prisa porteña
para llegar a ningún lado
Me detuve en Larrea, crucé la avenida y por azar alcé la
vista
Allí estaban, cubriendo los cables con sus plumas, cientos
de ellas…
Arrullándose unas a otras, volando en un lleva y trae del
semáforo hasta el cable y otra vez a comenzar.
Tome mi cámara, esa que siempre llevo conmigo esperando
capturar universos paralelos
Comencé a rezongar con la batería que hace falso contacto
Que se agota o se empaca como un burro cada vez que la
necesito
Pone y saca hasta que al final se decidió a colaborar
Fui atrapando sus plumajes con mi danza
Por aquí…mas allá …un poco mas
Extasiada por ese ejercito silencioso
Detenida en ese mar de bocinas y murmullos
La gente se detenía sin comprender que era lo que veía para
continuar su camino recordando la locura
Mientras yo rememoraba la película “Los pájaros”
agradeciendo padecer esa locura.
Lo se..se que no importan esas cosas cuando uno necesita
sobrevivir,
pero a mi son esas cosas las me hacen sobrevivir el día.
Había un hombre vendiendo garrapiñadas
Era raro, por que sonreía
Me dijo:
Sus fotos…
Y yo me aparté por que entendí que quería sacarme una foto
con las palomas
No, gracias le dije
Pero el insistió…
Sacó una bolsa de maíz
Me miró a los ojos
Y dijo:
Para Ud. Señora…
Las semillas cayeron al suelo con un tintineo sordo
y ante mi mudo asombro las palomas me envolvieron
Volaron a mi alrededor…
Me llenaron de alegría
Y mi cámara disparó sin ver mas que aquella sonrisa…
Me fui de allí abrumada y confundida, diciéndole gracias una
y otra vez
Así, por que si…un…Para Ud. Señora que se me clavó en el
corazón.
Llegué a casa, bajé las fotos…las miré
y me puse a llorar…
Nadie hizo algo tan bonito como eso para mi en la vida…
Y yo…no se su nombre…
©Mercedes Mayol
03-09-2012
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