Mi piel se resquebraja en el viento y cae a mis pies como los pétalos resecos de una flor olvidada.
Mi corazón late despacio, con ese ritmo incierto de las melodías que anuncian viejas historias.
Mis manos están vacías y mi alma se acurruca en las páginas de un nuevo atardecer.
En mi pecho de cenizas se inmolan los rencores, las mentiras, los dolores yermos y sin sentido.
Mi reflejo se contrae y se dilata en el parto silencioso de las lágrimas perdidas.
Ahora estoy frente a mi, buscando en tu mirada las huellas de un vida que pudo haber sido o que quizás será. Hoy no deseo saber.
Solo me acompaña el retorno, la vuelta y la partida hacia un mundo nuevo donde todo es posible e inesperado.
Mañana buscaré en los viejos recuerdos los pedazos rotos de una pasión olvidada y quizás te encuentre allí, herrumbrada en un rincón, esperando a que mis ojos se posen en ti y tal vez, solo tal vez, te cobije entre mis brazos.
Hoy deseo saltar al vacío, abrir los brazos, sentir tu risa, bañarme en llanto y esperar la brisa que me aleje de ti.
Hoy deseo partir, olvidar que alguna vez fui Diosa y recordar que aun soy esclava. Deseo observar la luna y fundirme en ella una vez mas, sabiendo que esta vez no volveré, que esa que sostiene mi mano ya no está y que los senderos se funden en la fé de las huellas sangrantes de mis pies heridos.
El dolor ha dejado marcas en mi piel que susurran en secreto el camino de regreso a mi...y ahora lo comprendo.
Hoy…me he visto partir.
©Mercedes Mayol
Copyright 20-02-2011
contundentes tus versos, un sentir profundo, frágil y tierno a la ve, que gusto leerte.
ResponderEliminarQue disfrutes de esta semana que comienza..
Un abrazo
Saludos fraternos..
Muchas gracias Adolfo, igualmente para ti, que tengas una bellisima semana =)
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