Y su rostro se desgranó despacio
en los quisieras del tiempo
devorando un horizonte de suspiros rezagados
sepultando en sus abrazos las auroras que agonizan
en las pérdidas absurdas
en los miedos clandestinos
en las esperas fatuas
Y fué así como su piel se revistió de olvido
Desprendiendo de su aliento cada beso reseco de los pétalos
dormidos
Y con un solo y cruel latido, en la hoguera de su cuerpo
Inmoló todo vestigio
que fraguara en sus ausencias
Y liberó su voz
Y navegó en la brisa
Hasta encontrar en su alma las huellas de su sonrisa
Y la verdad se hizo fuego
Y las mentiras escarcha
Y comprendió que el temor, era solo una palabra
Sus pasos se detuvieron en el borde del abismo
Sosteniendo con su ausencia los púrpuras espejismos
Y su reflejo tembló
Y las sombras se agrietaron
Y aquellas manos se abrieron liberando su pasado
Desterrando del mañana
los temores que destilan las perdidas y fracasos…
©Mercedes Mayol
Copyright 26-06-2012
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