Fotografía: "Lo que todo hombre desea saber" de Mercedes Mayol |
Cada tanto doy vuelta mi bolso sobre la mesa
Separo prolijamente las cosas útiles de las innecesarias
Por un lado, lo que es indispensable para mi existencia:
Dos libros,
Cartitas y dibujos de mi hija,
Una libretita Moleskin,
Una piedrita volcánica del Croscat,
Una semilla de pino del Delta,
Dos lapiceras,
Celular,
Billetera,
Tarjeta sube
Y un palito chino para el pelo cuyo uso es reemplazado
sistemáticamente, por una birome Bic sin tapita o en su defecto por un nudo
rápido con el propio cabello.
Por otro lado, las cosas que solo Dios sabe en que momento se
colaron allí:
Un Cd de contenido misterioso que ya dilucidaré
Una invitación a la entrega de premios de un concurso de
poesía al cual no asistí
Un esmalte para uñas que anduve buscando como loca por mi
casa el otro día
Monedas sueltas
Una cajita de sahumerios
Un reloj que no funciona
Un anillo
Un pendiente (El otro ni idea)
Estampitas que algún chico de la calle cambia en el tren a
cambio de una moneda y que no puedo tirar, un poco por que soy católica y me da
culpa, otro poco por que no quiero olvidar las manos sucias, ni los ojos
tristes, ni mi angustia baldía y culposa. (Esas las coloco dentro de la Biblia
que tengo entre el Bhagavad Gita y los 5 Tomos del Zohar)
Y por último las basuritas que no tiro al piso:
Boletos de colectivo
Talones de entradas de cine
Papelitos de caramelos y otras golosinas
Un sobrecito de un regalo que recibí
Todo esto va luego de haber conformado una pequeña
montañita, al tacho de basura.
El resto a sus respectivos lugares dentro de la casa y de
vuelta al bolso según corresponda.
Cada tanto me doy vuelta sobre la mesa.
Para separar prolijamente las cosas útiles de las
innecesarias
Pongo mi cabeza a un lado, mi corazón en medio y mi alma en
el otro.
Los observo por horas
Pero es inútil
Todo me resulta útil a la hora de vivir
0 comentarios:
Publicar un comentario