-No sois en absoluto parecidas a mi rosa: no sois nada aún -les dijo-. Nadie os ha domesticado y no habéis domesticado a nadie. Sois como era mi zorro. No era más que un zorro semejante a cien mil otros.
Pero yo le hice mi amigo y ahora es único en el mundo
El Principito
Saint-Exupéry
Hay noches donde mi sombra se estira
Me abraza con sus ramas
Sus espinas me desgarran
Laceran mi piel
Y la luz escapa por la herida abierta
Mi sombra no entiende
No habla bellos idiomas
No sabe decir por favor
Se encapricha
Dice tener razón
Me toma de la mano
Nos arroja al vacío
Yo se que no vuela
No tiene alas
Solo un paraguas que insiste en abrir
Inútilmente y entonces
Nos estrellamos juntas
En el vientre pedregoso
De una boa equivocada
Mi sombra
No comprende de cuentos
Se cree novela
Y es solo un mal best seller
En un estante de cocina
Sus páginas amarillas
De letras ilegibles
Toscas
Afiladas
Pequeñas
No como las uñas de un dragón
Es vanidosa
Como aquella rosa
Es única…
Y es mía.
©Mercedes Mayol
Copyright Buenos Aires
07 de abril de 2013
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