La luna besó el horizonte con sus labios de plata
el mar se estremeció
la brisa detuvo su vuelo
el cielo estalló en medio de un resplandor plagado de dulces gemidos
y cuando al alba despertó trémula y temblorosa
se envolvió en los brazos del horizonte cubriendo su cuerpo de tibio rocío
y susurró los secretos de los amantes furtivos…
© Mercedes Mayol
Copyright nocturna…10-04-2011
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