Nunca he comprendido las guerras...

Nunca he comprendido la guerra,
quizás por que no distingo una estrategia,
 o las banderas ni el color de la piel o la religión…

Yo solo veo personas, que corren aterrorizadas para no morir,

Madres con sus bebés ensangrentados en los brazos cuando deberían estar amamantándolos y riendo con ellos,

Niños que miran con los ojos del horror el rostro fétido de la muerte,

Niños que no están en las plazas jugando, sino levantando los restos despedazados de sus padres,

Niños que jamás serán niños por el solo hecho de haber nacido en medio de una disputa de dirigentes que dicen protegerlos y defender sus derechos pero que no están allí.

No, nunca he comprendido la guerra…

y no comprendo de estrategias…

Ni el porque debo matar a mi hermano por que no piensa como yo,

Por que llama a mi Dios con otro nombre, o por que no cree en el.

Por que debo mirar hacia otro lado cuando hay alguien diferente a mi,

Como si fuésemos nosotros los ciegos y no aquel que lleva el bastón…

Debe ser que soy mujer,

y dentro de mi se encuentra esa necesidad de compartir y de entregarme,

Que se me ha enseñado a dar la porción más grande al otro,

Que dar de mí, de mi pecho, de mi tiempo, de mi vida…

es la manera correcta de vivir.

Comprendo el amor en los ojos de un niño

La pasión en el abrazo de un amante

La compasión en el corazón de una madre

La redención en las manos del arrepentido

El perdón ante la ofensa absurda
No, como madre que soy, no comprendo las guerras,  la discriminación, ni el acoso, ni la violencia.

y quiera Dios que nunca llegue a comprenderlos,

por que entonces sabré,

que he perdido el corazón.

©Mercedes Mayol

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