A mi padre.
No conocía la arena
Ni la playa
Ni el mar
Y aún así
La sal me lamia la boca
El agua estiraba mi piel hasta el océano
En tus hombros
No reía, gorjeaba benteveos
El alambrado, una ruta de seda
La tierra polvorienta bajo mis pies
Entre mis dedos
En mi cabeza, el cielo
A salvo
En tus hombros…
Y mas allá, el mundo
©Mercedes Mayol
Copyright Buenos Aires
08-11-2012
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