Abro los ojos
Inspiro
Respiro
Lloro
Indefensa
Promesa a la deriva
Cobijo de un cuerpo no mío
Sonrío
Me sostengo y lloro
Caigo
Amanece, que no es poco
Son cuatro mis pies
Me yergo
Aprendo y me asombro
Admiro
Creo e imploro
En el banquete de la vida
Donde siempre es mediodía
Son dos mis pies
Busco en otros
Me espejo
Me enamoro
Me ilusiono
Sin luz
Me pierdo
Somos dos, tres, cuatro, cientos.
Corro
Lucho
Ciega de mí
Por mí, por ti, por ellos, por eso.
Tener, poseer
Pertenecer
Plenitud y pasión de mis no reflejos
Me detengo
Y pregunto
Donde está
Donde estoy
Quien soy
Y el sentido?
Quien disparó la flecha
Prisionera inevitable
Irrevocable
Irreductible y necesaria
Me veo o vuelo
Me siento o desciendo
Declino
Recuerdo
Siempre recuerdo
Y me canso de darme cuenta
Quedé atrás
Adherida en la espalda de una gran broma
Es de tarde ya
Y solo me quedan tres pies
Cierro los ojos
Respiro
Expiro
Sonrío
Más tarde o más temprano,
La vida,
Te escupe una poesía en la cara
©Mercedes Mayol
Copyright Buenos Aires
19 de enero de 2013
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