A veces me aventuro
A escucharte
A buscarte
A descifrar tu boca
A danzar en tus manos
A sentirte
Entonces me confundes
Como ese viento frío
Que me arranca el alma
O como ese sol
Que me evapora para lloverme luego
Y me mareo
Me embriagan
Tus palabras dulces
Tus aguas blancas
Vos
Entonces te adivino
En este aroma de sombras y especias
En esas lejanas cercanías
En las esperas cómplices
Te pienso
Me muerdo
Me miras
Te nombro
Tañes
Tiemblo
Me anego
Y Pavlov sonríe desde su tumba
©Mercedes Mayol
Copyright Buenos Aires
17 de enero de 2013
Un bello poema, donde uno termina enamorándose de cada frase
ResponderEliminarGracias Néstor!! un abrazo =)
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