Escucho las sentencias
Rasgando las grietas
Entre tu cuerpo y mi sombra
Un débil no
Sabe a sí, pero…
Acecha
Teme
Gruñe y desgarra
Cae
En mi lengua
En el filo de tu espada ya cubierta de rocío
En mis piernas temblorosas abarcando el paraíso
Y en este aroma de tormenta inesperada
Somos
Sólo un instante
Que no soporta el peso ni la levedad de ser
Y sin embargo es
Pérdida
Absoluta e imposible
Sentencia
Exilio…
El paraíso perdido,
Atrapado en un instante
©Mercedes Mayol
Copyright Buenos Aires
Llueve y aún sigo aquí…
29 de octubre de 2015
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