Fotografía by ©Patricio Murphy |
Recuerdo a mi vieja contándome la historia de la silla de mimbre que veo en ésta foto y que por primera vez toma forma real, hoy, dado que solo me la imaginaba cada vez q recuordaba la historia. El día de mi cumpleaños nro 1, me caí con la silla al piso y me reventé la cara, mi viejo re caliente la revoleo a la mierda (no se si a las vías o a la calle) mientras puteaba "ésta silla de mierda".
Recuerdo el tren Mitre pasando por atras de casa, y tener q parar de hablar cuando pasaba por q no se escuchaba nada mas, se volvió costumbre, algo natural. Noches enteras de charlas y truco entre mis viejos y sus amigos, fines de semana enteros mientras yo jugaba con Clara y Ceci (tendriamos 4 años?). Irnos a dormir a cualquier hora, despertarnos y ver a nuestros viejos, que seguian ahí, debatiendo y filosofando sobre cosas de la vida, tomando mate.
Mis viejos nunca tuvieron mucha plata pero si mucho amor para darme. Recuerdo a mi vieja revisando todos los recobecos de la casa buscando monedas (y hasta sacándole monedas de la colección de monedas de mi viejo) para q me pueda comprar alguna boludez en el kiosko.
Recuerdo el tren Mitre pasando por atras de casa, y tener q parar de hablar cuando pasaba por q no se escuchaba nada mas, se volvió costumbre, algo natural. Noches enteras de charlas y truco entre mis viejos y sus amigos, fines de semana enteros mientras yo jugaba con Clara y Ceci (tendriamos 4 años?). Irnos a dormir a cualquier hora, despertarnos y ver a nuestros viejos, que seguian ahí, debatiendo y filosofando sobre cosas de la vida, tomando mate.
Mis viejos nunca tuvieron mucha plata pero si mucho amor para darme. Recuerdo a mi vieja revisando todos los recobecos de la casa buscando monedas (y hasta sacándole monedas de la colección de monedas de mi viejo) para q me pueda comprar alguna boludez en el kiosko.
Mis viejos nunca tuvieron mucha plata, pero me dieron lo mas importante en mi vida, a Maia.
Mis viejos nunca tuvieron mucha plata, ni auto, ni vacaciones fuera del país, ni cenas afuera todos los fines de semana.
Pero no les hizo falta para hacerme feliz y estoy agradecido a ambos por ello, por q hoy mas q nunca, me encuentro enfrentando la vida y persiguiendo mis sueños, por mi mismo, por mis medios y gracias a que con amor y paciencia, me enseñaron valores, humildad y respeto.
Pero no les hizo falta para hacerme feliz y estoy agradecido a ambos por ello, por q hoy mas q nunca, me encuentro enfrentando la vida y persiguiendo mis sueños, por mi mismo, por mis medios y gracias a que con amor y paciencia, me enseñaron valores, humildad y respeto.
Y así prefiero recordar aquellos años, la silla de mimbre, la cocina sin puertas, los azulejos despegados y a mi vieja buscando monedas.
Por q no se trata sobre tener. Se trata sobre valorar lo q tenés, lo q te dan desde el corazón.
Si, mis viejos nunca tuvieron mucha plata. Por suerte.
©Israel Pascua
Uno no sabe lo que siembra, pero por fe y esperanza, por amor sigue sembrando y he aquí que de pronto hoy, me encuentro cosechando el paraíso. Israel Paketh y Maia Pascua allí donde se encuentren, para mi está el Edén.
M de Mamá.
©Israel Pascua
Uno no sabe lo que siembra, pero por fe y esperanza, por amor sigue sembrando y he aquí que de pronto hoy, me encuentro cosechando el paraíso. Israel Paketh y Maia Pascua allí donde se encuentren, para mi está el Edén.
M de Mamá.
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