Hoy venía en el tren pensando en el tiempo…y me he dado cuenta de cuan caprichoso y relativo puede resultar este Señor. Aquí es de día, allí de noche, hoy me siento como de quince, mañana de ochenta y otras veces me siento eterna. He descubierto que todo está manchado por la subjetividad de mis propios sentimientos y que mi corazón es tan caprichoso y relativo como el tiempo mismo. Cada latido tiñe el paisaje, así, sin mas…mi corazón dibuja aquello que desea y yo simplemente siento y observo presa de aquellas emociones a las cuales el me encadena. No es que a lo largo de los años no haya intentado estúpidamente romperlas, oh si, lo he hecho infinidad de veces, cursos, lectura, religión ciencia, pero…nada ha funcionado y de alguna manera me alegra que así sea…me ha traído hasta aquí después de todo...y presa del tiempo mis recuerdos me transportan, a aquel lugar en el que aún era una niña y la vida parecía demasiado dura, demasiado áspera para un corazón tan diminuto como el mío y yo me repetía cual mantra sanador tibetano…algún día me reiré de esto, es solo un segundo en la eternidad…y así fue…y así es…por eso…creo que después de todo me agrada estar sujeta a esas cadenas, me agrada ser conducida por mi corazón…el me ha hundido en el mas oscuro abismo, pero también me ha rescatado y eso me ha hecho…no se si mas fuerte, pero si mas intensa…y debo confesar que amo esa intensidad…nada hay mas bello que sentir…nada mas intenso que vivir…así es que hoy…rindo homenaje a mi caprichoso corazón…sin el cual mi vida…carecería de sentido.
Mercedes Mayol
Copyright 07-06-2010
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