Ocultas tras los muros del silencio
Arrulladas por las voces de la ausencia
Descansan mis alas apoyadas en la arena
El fuego forja las grietas de mis manos
y la brisa se entrelaza con mi calma
En los valles hacen eco los lamentos
de los ángeles perdidos en el alba
Vuelve lento el Dios del tiempo a su guarida
lamiendo mis heridas enquistadas
Y en el suave crepitar de mis latidos
humedecidos en la miel y en el rocío
encuentran los pinceles el refugio
de los lienzos que he pintado con mi alma
©Mercedes Mayol
Copyright 18-06-2011
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