jueves, 25 de octubre de 2012

La reunión...Capitulo Uno..El hecho.

Posted by Mercedes Mayol 21:44:00



El cuerpo yace en la vereda en medio de un río de sangre. …las luces de las ambulancias, los gritos…las sirenas…¿Cómo comenzó el día?...ah..si…ya me acordé, la reunión.
Salgo de la clase, apurada por llegar y me pregunto a que viene tanto apuro si todos los años es lo mismo, ya ni se para que voy, pero voy. El estacionamiento de la facultad esta casi desierto, hoy hubo otra marcha en Plaza de Mayo y casi todos fueron para allá. No se ni para que vine a dar la clase, éramos tres gatos locos. La chica del mechón rubio que se dormía en su asiento y la flaca de anteojos de la cual nunca me acuerdo el nombre. La verdad que no se para que vine, ni siquiera se para que voy.
Hace calor, se me corrió la media, menos mal que siempre llevo unas de repuesto en la guantera. Miro hacia los lados, solo esta el tipo de la garita que mira el noticiero de las 9 en la TV, creo que se llama Ernesto, ¿o Ernesto era el otro?. Abro el auto, me siento en la butaca y me saco las medias rotas. Estiro la mano y agarro el paquetito de Cocot con las medias de Lycra. Siempre el mismo color, Tostado. Tengo la piel blanca en todo el cuerpo, pero las piernas “Tostadas” como si hubiese ido al Caribe la semana pasada.
Voy por Alcorta, el tráfico es el de siempre, a paso de hombre se dice, cuando un hombre podría correr. Nunca entendí esa expresión a medias, como mis medias tostadas. Son casi las 10 cuando encuentro un lugar donde estacionar, no se que manía tienen de encontrarse en Belgrano, todo por que allá nos reuníamos cuando éramos adolescentes, como si el tiempo se hubiese detenido en ese bar donde nos rateábamos y fumábamos Derby para parecer mas grandes. Ya están sentadas y charlando. Camino hacia ellas, están sentadas en las mesitas de afuera, por suerte hace calor, la mayoría sigue fumando, claro que no los Derby, son re grasas diría Malena. Las saludo a todas con un beso, siempre en la mejilla izquierda. Malena está comiéndose las uñas como siempre, Mariela  hablando por su Blackberry, haciendo gestos con las manos y caminando de un lado a otro. Seguro discute con su esposo, el ultimo de la lista por que ya perdí la cuenta de cuantos tuvo. Susana con la mirada perdida en la llama de la vela que hace de centro de mesa, pensando en la ultima novela que esta leyendo, enamorada de algún personaje imaginario que la vendrá a rescatar de su patética vida. Odio este lugar, no se por que nos reunimos acá, no se por que nos reunimos. Me siento y le sonrío a Paula que tiene la boca como la de Angelina Jolie, pero sin el resto del cuerpo de Angelina Jolie. Para estas alturas ya esta irreconocible, sino fuera por la flor roja que tiene tatuada en el hombro izquierdo…¿será por eso que siempre beso en la mejilla izquierda, por culpa de la flor de Paula?. Me duele la cabeza. Me duelen las piernas, la espalda, los ojos de mirarlas y mirarme. Cada año igual, casi puedo adivinar la charla que tendremos, las palabras que diremos, los gestos de falsa complicidad, donde nadie dice nada pero al mismo tiempo se ve todo. Mariela cuenta su ultima aventura, es la que mejor está de todas, al parecer este es el marido numero siete, como Los siete locos de Arlt “Ya alcancé a Elizabeth Taylor” dice bromeando, y todas nos reímos pensando que chiste idiota…pero nos reímos. Otra vez la complicidad. Malena la mira con admiración o es envidia?. Susana habla de las Indias Blancas de Bonelli, dice algo de un viaje al sur, quizás se quede a vivir allí, como si el indio que sueña la estuviese esperando.  Paula saca un esmalte de su cartera Gucci y se pinta las uñas de rojo, tiene una obsesión con el rojo. No habla mucho, quizás por que de tanta cirugía ya no puede modular bien o quizás sean los braquets que le traban la lengua y bendicen mis oídos dejándola muda. Todo está igual, nada cambia, relleno un espacio de incómodo silencio con mis últimas vacaciones en Roma. A nadie le importa la iglesia del Quo Vadis, ni las callecitas redondas, ni el Mercadillo de antigüedades, solo venimos para chequearnos a nosotras mismas. Esta está peor que yo…o yo estoy peor que ella. Mas silencios, mas rellenos hasta que Mariela mira su Blackberry y dice que tiene que irse por que sino se va a tener que divorciar…otra vez y se ríe a carcajadas. Todas reímos y aprovechamos el chiste como excusa para irnos. Llevo a Malena en mi auto, vive con su madre a dos cuadras de mi departamento. Guardo el auto en el garage, subo el ascensor y abro la puerta. Saldivar, mi gato de angora me mira desde el sillón. Tiro la cartera sobre la mesa me saco los zapatos.
El cuerpo yace en la vereda en medio de un río de sangre. …las luces de las ambulancias, los gritos…las sirenas…veo a Mariela abrazando a Susana, ¿como llegó Susana hasta acá? Me acerco a Paula, viene caminando hacia mi, le pregunto que pasó, le doy un beso en la mejilla izquierda…pero no me ve, pasa a través de mi y se abraza a Susana y Mariela.

©Mercedes Mayol
Copyright Buenos Aires
25-10-2012
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