Detrás de una frontera difusa,
los monstruos se esconden sigilosos tras la aurora
Las máscaras efímeras de fantasías yermas
se reflejan en la bruma de lo absurdo
Silentes y herrumbrados los sentimientos se enfurecen
se abaten, se rebelan, cubren sus rostros ciegos
ante la luz etérea de una realidad desnuda
En cada atardecer los sueños se estremecen,
En cada amanecer
los secretos se pierden en las esquirlas del engaño
Las mentiras yacen recostadas en las tumbas
de los que un día quisieron jugar a ser Dioses
y fueron devorados por las fauces harpías de la arrogancia…
©Mercedes Mayol
Copyright 03-10-2011
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