sábado, 27 de octubre de 2012

Cosas...

Posted by Mercedes Mayol 17:56:00

Que cosas extrañas suceden cuando tu piel roza la mía…
Cuando este temblor me recorre el cuerpo
Y tu mirada se funde en mis ojos…
Y esta sensación de ser puerto, marea y luna
Y tus manos…
Tus manos enredadas en las mías…
Inmóvil, atrapada y libre…
Un absurdo que se vuelve fantasía…
Un gemido atravesado por poesías…
Que cosas extrañan suceden
Cuando tu piel humedece la mía…

©Mercedes Mayol
Copyright Buenos Aires
27-10-2012


jueves, 25 de octubre de 2012

La reunión...Capítulo II...La morgue.

Posted by Mercedes Mayol 21:45:00
Fotografía: Esperant, de Nuria Bartrina


La reunión
Capítulo II
La morgue.
Eugenio Saldivar es el oficial al cargo de la investigación de mi muerte. Curioso que se llame como mi gato de angora, no es alto ni bajo, canoso con una barbita rala en forma de candado. Tiene ojos azules, pero por alguna razón no se notan demasiado, quizás sea la oscuridad, aunque ya está raleando el sol por la ventanita de la morgue. Desde allí lo miro. Está sentado sobre el capó del auto patrulla azul y oro, como los colores de boca. Este país da para todo. Da la última bocanada al cigarrillo que casi le quema los dedos de tan consumido que está, lo tira al piso y enciende otro con un encendedor de mecha y bencina, un clásico. Debe tener mi edad, indefinidos cuarenta y tantos. Habla con una mujer policía que le explica algo de unos papeles que el lleva en la mano. Se ríe con los ojos, tiene la mirada aguda y las cejas pobladas. La mujer se va y el tira el pucho al suelo y lo pisa haciendo redondelitos con el pie, como si quisiera esconder el crimen de haberlo desechado antes de terminarlo. Entra saludando al guardia que está en la puerta, lo sigo. Saca la credencial y se anuncia en la entrada aunque no haga falta, ya lo conocen. Por lo visto es de esos que caen bien por lo cancheros, me hace acordar un poco a Columbo, no por la gabardina que no tiene, sino por el saco arrugado, como si hubiese dormido dentro del coche. Se sirve un café preguntando de que siglo es, la recepcionista se ríe, se ve que le gusta. Lo toma solo, sin leche ni azúcar, otro clásico. Empuja las puertas vaivén, caminamos por un pasillo largo, en medio tiene una ventana vidriada que da a otro pasillo donde están sentadas las chicas. Malena se sigue comiendo las uñas, Susana tiene la mirada perdida en sus pies, Mariela habla por su Blackberry y Paula se está sacando el esmalte con un algodoncito. El las mira unos minutos, sacude la cabeza y sigue caminando. Otras puertas vaivén que dan a una sala con luces fluorescentes. La pared del fondo está llena de puertitas con manijas como las de las viejas heladeras Siam. Un hombre pelado con antiparras y delantal de plástico, riega mi cuerpo con una manguera verde, el agua se escurre sobre mi piel desnuda y la sangre se escurre por unos senderitos que rodean la plancha de metal  hasta una canaletita que da a una rejilla. Hay un olor feo, como a acaroina mezclada con podredumbre. Nunca pensé que después de muerta pudiese sentir olores, nunca pensé en la muerte en verdad. Saldivar saluda al pelado.
- Que haces pelado?- le da un golpecito en la espalda- que se cuenta?
- Teniaz razón-  dice, es zeziozo, el forense es zeziozo, este país da para todo.
- En que?
- Ezto no fue zuizidio. Mira laz marcaz en el brazo…la zacudieron lindo. – El agua se escurre por la piel y se ven unos moretones alargaditos.- Y en el cuello también tiene, vez?
-Si, me lo suponía, pero las marcas son recientes o son de antes? Por que por ahí a la chica le gustaba el sexo duro.
- Zon rezientes, no maz de zinco horaz.
- Que cagada…- Saldivar sacude la cabeza otra vez y el pelado se encoge de hombros.
- Vaz a tener que laburar che.- le dice golpeándole el brazo un poco mas fuerte de lo que corresponde, creo que se la estaba guardando. – y ezo no ez todo, mira ezto…vez abajo del maxilar? Tiene un pinchazo, que va derecho a la vena cava.
- Sabes el arma?
- Que ze yo…me vez cara de adivino?- el pelado se cabrea- puede zer cualquier coza, una aguja de colchonero…
- Una aguja de colchonero, vos sos un tarado, quien usa agujas de colchonero hoy en dia?
- Voz uzaz un enzendedor caruzita pelotudo…que ze yo. Puede zer cualquier coza que tenga punta y zea finito y largo.
- Zuena raro dicho asi.
- No me carguez querez? Que la autopzia te la va a hacer Montoto.
- Bueno no te cabrees, para cuando la tenes lista?
- No te cabrees, no te cabrees, laburo todo el día y voz veniz a cargarme…zoz un pelotudo, pero te quiero igual, calculá que para laz zinco la tenez. Mandá a la oficial Rodriguez a buzcarla, dame una alegría querez?
- Dale, sos un baboso. Estar con fiambres todo el día te esta afectando el cerebro a vos.
Saldivar hace chistes, habla con el pelado, pero en ningún momento deja de mirar el cuerpo sobre la plancha de metal. La cara está intacta y los ojos cerrados. Hay una herida abierta en la cabeza que parece la ranura de una alcancía. Hay otro moretón en el estómago y de un costado sobresale la punta de un hueso. Miro mi pubis. Tendría que haberme depilado, no esta bueno esto de que se vean los cardos desprolijos. La próxima vez que me muera me voy a depilar antes. Saldivar mira la etiqueta que cuelga de un hilo sisal atado al dedo gordo de mi pie.
- Esto es una joda no?
- Que coza?- dice el pelado cortando el chorro de la manguera y mirándolo sorprendido.
- Camila O´Gorman se llama? Como la de la película?
- Que ze yo, ezo dezia el reporte. Preguntale a Lopez, el llenó loz formularioz y me loz dejó aca. Lopez tiene maz chizpa que una baboza azi que debe zer Camila O´Gorman nomaz.
-  Si, debe ser. Pobre…era como un final cantado no?, con ese nombre la mataron nomás al nacer.- sacude la cabeza otra vez- ya esta lista para el reconocimiento?
- Dame zinco que te la preparo.
- Bueno, mientras voy a hablar con las mujeres que estaban con ella.
- Hay alguna buena?
- No se, una esta pasable. Todas cuarentonas.
- Nunca una alegría carajo…- dice el pelado y sigue manguereando.

Caminamos otra vez por ese pasillo hasta el vidrio que da a la sala de espera. Saldivar las mira como si fuesen bichos en un zoológico, bueno…algo de eso hay. Malena está con el dedo índice en la boca, Susana está llorando y asiente a algo que le dice Mariela sin dejar de mirar su Blackberry acariciando el botoncito del medio arriba y abajo. Paula se sacó la camisa y la flor roja que ya no es tan roja se asoma por el bretel de la musculosa que lleva puesta. Saldivar se acaricia la barba, hace un gesto extraño con la boca, como si le diera un beso al aire y vuelve a mover la cabeza, pero esta vez para hacerse sonar las cervicales que crujen como vidrio molido. Amaga a sacar algo del bolsillo, pero se detiene justo antes de meter la mano dentro. Bufa un poco y camina hasta la recepción. La chica lo mira con las pestañas entornadas y abundantes, se ve que se retoco el maquillaje por que antes no las tenía así, definitivamente le gusta y Saldivar ni pelota.
-          Hacelas pasar a todas- le dice a la morocha de pestañas abundantes
-          A todas juntas?
-          Si, a todas…- contesta Saldivar caminando hacia la morgue otra vez.
-          Como Ud. Diga inspector…- arrastra las palabras junto con las pestañas…una se le pega con el rimel y le queda el ojo chinito, pero Saldivar no se da cuenta.

Esperamos un rato y se escucha un Por alla al fondo, está el inspector esperándolas.
Los tacos castigan las baldosas, mmm…que olor asqueroso!! Es la voz nasal de Mariela, el resto…silencio mortal y nunca mejor dicho.
-          Ud. Es el inspector?- otra vez Mariela, con una mano en la cintura y apuntando al inspector con la Blackberry- hace dos horas que nos tienen aca, ni que fuésemos delincuentes. Cuando nos van a dejar ir?
-          Shhhh…tené mas respeto querés!…- Susana se suena la nariz, tiene los ojos hinchados, parece un mongol resfriado. 
-          Vos callate tarada, no ves que no se puede hacer nada?- ahora el Blackberry apunta a Susana- esta muerta…se mató y como todo suicida ni pensó en nadie mas que en ella y en flor de kilombo nos metió. Decí que esta muerta que sino la mataba yo.
-          Por que no terminamos con esto de una vez- susurra Malena que se está comiendo los nudillos…no le quedan mas uñas. – que tenemos que hacer inspector?

Saldivar las mira como si fueran de otro planeta, Paula mira a Saldivar, luego a Mariela y luego a Saldivar otra vez. Tiene el delineador corrido y el labial cubriendo a medias los labios en forma de riñón, como la flor roja que no es roja, se le notan las raíces negras en el cuero cabelludo, y el contraste con la luz fluorescente es mas fuerte. No se bien si no es la moda, o eran las puntas que se ponían de otro color?...Cambia el peso del cuerpo de un pie a otro, las sandalias Sarkany la deben estar matando.
-          Necesito que reconozcan el cuerpo.- la voz de Saldivar retumba en las paredes
-          Y para eso nos necesita a todas?...me está tomando el pelo?- el Blackberry apunta en medio de los ojos a Saldivar a quien no se le mueve un pelo.
-          Si…- es todo lo que contesta mientras da dos golpecitos en la puerta.
-          Pazennnn…- grita el pelado desde dentro.
Saldivar empuja la puerta con una mano y con la otra les indica que pasen. Primera en la fila va Mariela taconeando, segunda Malena temblando, tercera Susana sonándose la nariz ruidosamente y por último Paula que no emite sonido, me pregunto si no se le habrá trabado la lengua enserio en los Bracket. El pelado está junto a la mesa de metal, se sacó el delantal de plástico pero tiene las antiparas en la cabeza que no combina con la cara adusta y luego habla y la embarra mas.
-          Eztán preparadaz?- parece un mago mas que un forense.
Todas asienten al unísono. Saldivar las mira con atención, sino fuese que estoy muerta a mi se me detendría la respiración…pero no respiro así que nada. El pelado corre la sábana a la altura del pecho. La piel blanca y lisa, los ojos cerrados y la ranura en la cabeza tapada apenas por el pelo mojado.
Susana abre enormes los ojos, luego los cierra y se desmaya, el cuerpo se desparrama en las baldosas con un ruido sordo, Mariela exhala un La puta madre…y se queda trabada mirando la ranura, Malena se tapa la boca con una mano mientras mete debajo la otra para comerse lo que le resta de nudillos, tiene los ojos vidriosos, Paula hace un movimiento raro, como si fuese a hablar, abre y cierra la boca, parece un pez ahogándose fuera del agua, se pone blanca como una hoja y vomita los zapatos de Saldivar quien da un saltito atrás y grita Carajo!!. El pelado se ríe entre dientes.

- Es ella…- dice Mariela sin despegar la mirada de la ranura- es Camila…

©Mercedes Mayol
Copyright Buenos Aires, 25-10-2012
Todos los derechos reservados.



La reunión...Capitulo Uno..El hecho.

Posted by Mercedes Mayol 21:44:00



El cuerpo yace en la vereda en medio de un río de sangre. …las luces de las ambulancias, los gritos…las sirenas…¿Cómo comenzó el día?...ah..si…ya me acordé, la reunión.
Salgo de la clase, apurada por llegar y me pregunto a que viene tanto apuro si todos los años es lo mismo, ya ni se para que voy, pero voy. El estacionamiento de la facultad esta casi desierto, hoy hubo otra marcha en Plaza de Mayo y casi todos fueron para allá. No se ni para que vine a dar la clase, éramos tres gatos locos. La chica del mechón rubio que se dormía en su asiento y la flaca de anteojos de la cual nunca me acuerdo el nombre. La verdad que no se para que vine, ni siquiera se para que voy.
Hace calor, se me corrió la media, menos mal que siempre llevo unas de repuesto en la guantera. Miro hacia los lados, solo esta el tipo de la garita que mira el noticiero de las 9 en la TV, creo que se llama Ernesto, ¿o Ernesto era el otro?. Abro el auto, me siento en la butaca y me saco las medias rotas. Estiro la mano y agarro el paquetito de Cocot con las medias de Lycra. Siempre el mismo color, Tostado. Tengo la piel blanca en todo el cuerpo, pero las piernas “Tostadas” como si hubiese ido al Caribe la semana pasada.
Voy por Alcorta, el tráfico es el de siempre, a paso de hombre se dice, cuando un hombre podría correr. Nunca entendí esa expresión a medias, como mis medias tostadas. Son casi las 10 cuando encuentro un lugar donde estacionar, no se que manía tienen de encontrarse en Belgrano, todo por que allá nos reuníamos cuando éramos adolescentes, como si el tiempo se hubiese detenido en ese bar donde nos rateábamos y fumábamos Derby para parecer mas grandes. Ya están sentadas y charlando. Camino hacia ellas, están sentadas en las mesitas de afuera, por suerte hace calor, la mayoría sigue fumando, claro que no los Derby, son re grasas diría Malena. Las saludo a todas con un beso, siempre en la mejilla izquierda. Malena está comiéndose las uñas como siempre, Mariela  hablando por su Blackberry, haciendo gestos con las manos y caminando de un lado a otro. Seguro discute con su esposo, el ultimo de la lista por que ya perdí la cuenta de cuantos tuvo. Susana con la mirada perdida en la llama de la vela que hace de centro de mesa, pensando en la ultima novela que esta leyendo, enamorada de algún personaje imaginario que la vendrá a rescatar de su patética vida. Odio este lugar, no se por que nos reunimos acá, no se por que nos reunimos. Me siento y le sonrío a Paula que tiene la boca como la de Angelina Jolie, pero sin el resto del cuerpo de Angelina Jolie. Para estas alturas ya esta irreconocible, sino fuera por la flor roja que tiene tatuada en el hombro izquierdo…¿será por eso que siempre beso en la mejilla izquierda, por culpa de la flor de Paula?. Me duele la cabeza. Me duelen las piernas, la espalda, los ojos de mirarlas y mirarme. Cada año igual, casi puedo adivinar la charla que tendremos, las palabras que diremos, los gestos de falsa complicidad, donde nadie dice nada pero al mismo tiempo se ve todo. Mariela cuenta su ultima aventura, es la que mejor está de todas, al parecer este es el marido numero siete, como Los siete locos de Arlt “Ya alcancé a Elizabeth Taylor” dice bromeando, y todas nos reímos pensando que chiste idiota…pero nos reímos. Otra vez la complicidad. Malena la mira con admiración o es envidia?. Susana habla de las Indias Blancas de Bonelli, dice algo de un viaje al sur, quizás se quede a vivir allí, como si el indio que sueña la estuviese esperando.  Paula saca un esmalte de su cartera Gucci y se pinta las uñas de rojo, tiene una obsesión con el rojo. No habla mucho, quizás por que de tanta cirugía ya no puede modular bien o quizás sean los braquets que le traban la lengua y bendicen mis oídos dejándola muda. Todo está igual, nada cambia, relleno un espacio de incómodo silencio con mis últimas vacaciones en Roma. A nadie le importa la iglesia del Quo Vadis, ni las callecitas redondas, ni el Mercadillo de antigüedades, solo venimos para chequearnos a nosotras mismas. Esta está peor que yo…o yo estoy peor que ella. Mas silencios, mas rellenos hasta que Mariela mira su Blackberry y dice que tiene que irse por que sino se va a tener que divorciar…otra vez y se ríe a carcajadas. Todas reímos y aprovechamos el chiste como excusa para irnos. Llevo a Malena en mi auto, vive con su madre a dos cuadras de mi departamento. Guardo el auto en el garage, subo el ascensor y abro la puerta. Saldivar, mi gato de angora me mira desde el sillón. Tiro la cartera sobre la mesa me saco los zapatos.
El cuerpo yace en la vereda en medio de un río de sangre. …las luces de las ambulancias, los gritos…las sirenas…veo a Mariela abrazando a Susana, ¿como llegó Susana hasta acá? Me acerco a Paula, viene caminando hacia mi, le pregunto que pasó, le doy un beso en la mejilla izquierda…pero no me ve, pasa a través de mi y se abraza a Susana y Mariela.

©Mercedes Mayol
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25-10-2012
Todos los derechos reservados

martes, 23 de octubre de 2012

A la deriva...

Posted by Mercedes Mayol 0:50:00


Es esta bruma incierta que barre las horas dejándome desnuda…
A la deriva de tu aliento
Sin un rumbo ni timón que me guíe hasta el ocaso
Aquí estoy, sentada a la vera de un sendero sin tiempo
Revolviendo el pedregal
Buscando el secreto de viejos amantes
Empañando cristales con besos cautivos
En el acantilado absurdo de mi vientre adormecido
Quizás ahora…
Quizás mas tarde…
Y yo se…
Es esta bruma incierta que barre las horas dejándome desnuda…

©Mercedes Mayol
Copyright Buenos Aires
23-10-2012



lunes, 22 de octubre de 2012

Pero...

Posted by Mercedes Mayol 11:23:00


Como me conmueve escucharte en la tormenta…
Sentir tu sabor en las gotas de lluvia
El temblor de tu cuerpo en cada relámpago
El aroma de tu piel en la tierra mojada
Tu me conmueves
Pero en las noches de tormenta...

©Mercedes Mayol
Copyright Buenos Aires
21 de octubre de 2012

sábado, 20 de octubre de 2012

Tropiezo...

Posted by Mercedes Mayol 15:37:00


Ella tropezó con una piedra y cayó de bruces al suelo.
Se puso de pie y la piedra orgullosa dijo:
-          Gracias a mi, ahora eres mas fuerte…
Ella la miró, sonrió y siguió su camino.
Esa es la razón por la cual siempre, serás solo una piedra.

©Mercedes Mayol
Copyright Buenos Aires
20-10-2012

Sangre y arena

Posted by Mercedes Mayol 12:52:00

La puerta aún está cerrada y el viento trae a mi el grito espurio de los hijos de los hombres mientras el miedo se agazapa en mi sangre. No puedo huir, mi destino está sellado, como estas paredes que me oprimen y no dejan mas que una salida…la muerte en manos del ser mas poderoso de la tierra, el único capaz de construir y destruir con la misma facilidad que yo, animal e instinto, puedo matar a otro contrincante digno por la supremacía de la hembra con la que ansío dejar mi huella en este mundo.
Los hombres  son seres extraños, sus sombras son largas y profundas, como la que se expande hacia mí desde el ser que camina de un lado a otro sobre las arenas donde yace la sangre de mis antepasados, puedo oler el temor que exuda su piel desde esta prisión donde me encuentro. Curiosa sensación el saberme enjaulado y ver a mi asesino prisionero de sus propias tinieblas.

Hoy es el la última corrida, estoy anclado aquí, mi alma deambula en medio de estas arenas donde he derramado la sangre de cientos de toros a los cuales he enfrentado con los últimos vestigios de mi honra…ya nada quedará después de hoy, pues este es el único lugar donde mi ser conserva intacta los restos de su valía.
Fuera de este ruedo nada soy, pues la gloria efímera me ha llevado por senderos de los cuales sé, no podré regresar jamás. Los gritos de mis hermanos solo aturden mis sentidos lacerados por la pérdida de mi mismo. Apenas recuerdo el tiempo donde mi juventud se anegaba de sueños e ilusiones, aun puedo sentir el abrazo de mi padrino en aquel ritual de la Alternativa, el peso en mis manos de la muleta y la espada que me convirtieron en matador. Un instante perfecto que abrió el portal de mi gloria y también de la derrota pues el orgullo me cegó hasta el punto de creerme el ser más poderoso de la tierra.
En la arena, mis manos se convirtieron en destino, mi espada en el estandarte que los Dioses me asignaron como héroe sobre el resto de la creación. Una victoria en el ruedo, era un paso mas hacia la sombra.
Festejar la muerte de los débiles, convierte el corazón en un gélido infierno sediento de almas.
Noche a noche cubría mi cuerpo con las pieles de  mujeres que por mi fama se entregaban a mi y con las cuales intentaba entibiar aquello que moría dentro mío, la ternura fue devorada por la lujuria y el desconsuelo, a mi alrededor la nada se extendía como un manto que solo lograba que corriera en pos de otro deseo que sacara de mi esta angustia de saberme prisionero de la vacuidad, pues nada bastaba ante el hambre que despertaba el ego. Era rico en dinero y poder, mas pobre de afectos reales. Es la inmunda consecuencia de la fama y la riqueza. Mi espalda fue surcada de traiciones y conveniencias.
La ira reemplazó lentamente al dolor, me hice mas fuerte o mi piel se hizo mas dura, como podría saberlo si nada sabía mas aquello que mi cuerpo mortal podía sentir y de los sentidos me hice esclavo.
Comencé a envidiar la pureza y la risa cristalina de los jóvenes, esa belleza que adolece de palabras y solo se muestra sin temor al futuro ni a la derrota, pues los jóvenes  están bendecidos por esa atemporalidad que los hace creerse eternos. Ir tras ellos se convirtió en un desafío y  embestí la inocencia con las garras de mi soberbia, pues contradictoriamente, necesitaba demostrar que aún había algo puro en este mundo y ante cada embate mis deseos de creer en algo eran derrotados, pues mis hermanos estaban y aun están tan perdidos como yo. Abusé de mi y de cuanto ser débil estaba al alcance de mi orgullo, tatué mi cuerpo con los nombres de las víctimas a las cuales dejé como escoria al costado del camino, me alejé de todo aquello que pudiese recordarme el monstruo cruel en el que me había convertido, y como Dorian Grey, mi rostro deformado por la perversidad, quedó oculto tras las puertas de un hogar fastuoso  y vacío, donde solo yo, en las noches en que mi conciencia se empeñaba en torturarme, entraba en ella para ver y huir horrorizado cerrando tras de mi la puerta que no supe comprender como única salida. Con el tiempo dejé de hacerlo pues el dolor que sentía y el desgarro del alma era algo que mi débil voluntad no fue capaz de soportar.
La culpa se alejó de mi y justifiqué cada acto con la soberbia de mi verdad ciega, “nada hay puro en este mundo” pues el fin justifica los medios.
Mis instintos eran superiores a la fuerza de la pureza que robaba sin escrúpulos, tan fácil de alcanzar, un alimento tan sustancioso y a la vez sutil y efímero que solo dejaba un sabor amargo en la boca.
Los destellos de la fama convirtieron mi egoísmo en algo excéntrico que los demás aplaudían y festejaban, pues las luces de neon encandilan a los seres débiles, la voluntad y el ser son baluartes que las arenas del tiempo han devorado en nuestro mundo. Los estímulos eran cada vez mas sofisticados, alcohol, drogas, sexo, pues hacer el amor era algo tan lejano a las mujeres y hombres que me rodeaban, pues solo se atrae aquello que somos capaces de reflejar en nosotros mismos…en cada acto,  mi soledad me engullía y yo me dejaba arrastrar hacia ese limbo al cual me entregaba como un amante desesperado y sediento, todo lo que me alejara de mi, era válido para llenar el sinsentido en el cual me encontraba perdido.
El torero levanta lentamente su cabeza y veo en sus ojos el velo de la tristeza, pues sabe que se encuentra frente a frente ante su ultimo desafío, ante el único lugar donde su existencia tiene sentido.
Los gritos del público ignorante, sediento de emociones y sangre se acallan  y me pregunto desde este sitial privilegiado de saberme muerto, cual de los dos es la bestia y  quien está condenado…pues se, que hoy esa espada que clavará en su cuerpo, manchará la arena una vez mas con la sangre de ambos, mas la del toro prevalecerá por su pureza y la del hombre solo será alimento de las fauces del olvido, la llama que moraba dentro suyo, en los brazos de su propia soberbia se habrá extinguido.
La muerte lo traerá a mi, pues su alma no ha servido mas que para si mismo y ambos  deambularemos en esta prisión de arena pues hemos elegido, ser esclavos y no amos de nuestro propio destino. 

©Mercedes Mayol
Copyright 2011



jueves, 18 de octubre de 2012

Un aplauso...

Posted by Mercedes Mayol 21:58:00

Calla, dijo el
Y ella cayó
derramando su tibia leche sobre una cama asediada de huracanes.
El gigante se estremeció al saberse un rey que sin séquito no sería…
Mejor el aplauso de un manco que el silencio.
Y besó los labios secos de su princesa ciega.

©Mercedes Mayol
Copyright 18-10-2012


miércoles, 17 de octubre de 2012

El otro lado de las cosas...

Posted by Mercedes Mayol 0:55:00



Me pregunto que diferencia habrá entre inconsciencia y estupidez

Si lo uno precede a lo otro o es un final cantado
Si la ebriedad es una excusa, o la excusa es la ebriedad
Si la culpa es del puñal o de la espalda desnuda
Si son tuyas las caricias o es mi piel que se desliza entre tus dedos
Si el cántaro se rompió por que era de vino y no de agua
Si existe el mundo por que lo veo y veo solo por que estoy ciega
Pregunto...
Y mientras tanto…el amor se me escurre entre las piernas. 



©Mercedes Mayol
Copyrigh Buenos Aires, 15 de octubre de 2012







domingo, 14 de octubre de 2012

El café

Posted by Mercedes Mayol 1:27:00


Veo el reflejo de su pelo en la vidriera
Me detengo a contemplarla mientras tomo un café…
Está sentada en una mesa apartada
Se ve tácita y feliz
Sus ojos reflejados por momentos en otros ojos
Sonríe
Frunce el ceño, como viendo quizás mas adentro
Empuja sus lentes con el dedo medio de su mano derecha
tic o costumbre..o ambos
Cierra los ojos e inspira profundo los rayos de un sol de mediodía
Revuelve la taza,
Toma un sorbo de café
Y sigo su mirada hacia los obreros subidos al andamio
A la paloma que vuela hacia el toldo a su izquierda
A la pareja que charla en la mesa de junto
Hacia el bebé sumergido en el cochecito
A los ancianos que caminan en silencio
A la mujer rubia que mira sus pasos
A la señora que cruza con las bolsas a cuesta
A las viejitas con bastón
A la paloma que sobrevuela su cabeza
Al señor preocupado y su Blackberry
A la mujer en silla de ruedas
A la princesa Dawn y su cartera de corazón
La bicicleta que pasea al señor
Y el señor que monta la bicicleta
A su cuaderno rojo
A la danza de su Bic trazo fino
Su reloj
El mozo
La cuenta
La vidriera
El reflejo
Me pongo de pie
Inclino suavemente la cabeza
Sonrío
Me saludo
Y me voy…

©Mercedes Mayol
Copyright 13-10-2012

viernes, 12 de octubre de 2012

Edipo..

Posted by Mercedes Mayol 2:00:00


Corre Edipo destruyendo los ojos que se atrevieron a amarlo…

recorriendo a tientas su reino de Dioses ciegos…
Sueña sin soñar, que el sol era sombra y la luna reflejo
Abrazando sus alas…
Devorando recuerdos…
Ebrio de arena…

Perdido en los cuerpos…

En pos de la musa que inmole su miedo…


©Mercedes Mayol

Copyright 12-10-2012




  


miércoles, 3 de octubre de 2012

A solas conmigo...

Posted by Mercedes Mayol 15:48:00

Me gusta el silencio,
habitar la soledad,
escuchar mis latidos.
Es en esos momentos, cuando estoy a solas conmigo,
que logro capturar el reflejo de mi alma
en esta gota de eternidad que me fue concedida...
y tomo apuntes para no olvidar que de vez en cuando,
soy capaz de estar presente en mi propia vida...

©Mercedes Mayol
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