viernes, 27 de enero de 2012

Mis 5 milímetros...

Posted by Mercedes Mayol 2:16:00

Hoy alguien me preguntó, ¿Por qué no decimos lo que realmente pensamos o se nos pasa por la cabeza?.
La verdad es, que me quedé pensando largo rato en ello y tuve que reconocer, que por una cuestión u otra tendemos a filtrar, adornar, encubrir, disfrazar o simplemente callar aquello que en verdad pensamos. El quid de la cuestión es ¿Por qué?.
Mirando hacia adentro, que es el único lugar real donde encontrar respuestas verdaderas, a menos, que nos hayamos acostumbrado tanto a disfrazar hacia fuera, que nos sea imposible reconocer nuestras propias cuitas, claro está.
Pero…haciendo acopio de valor, me hundí en las profundidades de mi propia existencia y comencé un largo recorrido por mis “verdades mas … vergonzosas”, pues por que otra razón ocultaría algo que siento o pienso si no es por vergüenza o temor?
Oh! sorpresa, me di cuenta, al menos desde mi propio sendero, que vivimos en una constante vidriera, un eterno examen, una continua prueba desde y para el afuera.
Nos ponemos en una constante evaluación frente a otro u otros, siempre en esa vidriera de inseguridad  que construimos a nuestro alrededor, una torre de cristal filosa y dolorosamente sádica para con nosotros mismos.
Esperamos la aceptación del otro, nos hacemos un cerco de inseguridades que solo producen temor, un temor a lo que el otro piense de uno y esto señores, nunca es bueno, ni sano.
Hablamos esperando las reacciones de los demás, nos vestimos y arreglamos por y para los demas, estamos en una constante valoración, como si tuviésemos que dar lección de quienes somos y allí viene el temor y la inseguridad, un gesto, una carta, un silencio se convierten de pronto en sombras que nos arrasan el alma, con el temor de lo que el otro pueda pensar de mi, o lo que crea de mi, o que me haya dejado de querer, que ya no me desee, que..y que..y que…y como saber que piensa el otro cuando difícilmente podemos identificar nuestros propios pensamientos?.
Vivimos en una sociedad neurótica, donde los constantes estímulos nos impelen a ser perfectos, bellos, ricos, afortunados, diferentes (claro que vivimos uniformados en esa “diferencia” y pasamos a ser todos soldaditos de lo que el mercado dicta en ese momento, pero…creemos ser diferentes), a pensar constantemente en el futuro, o buscar nuestras miserias en el pasado y encender el ventilador para salpicar culpas por doquier y nos hacemos expertos en olvidar lo mas importante, el presente, el aquí y ahora…pues en verdad, es todo lo que tenemos…este instante…compararnos con una modelo de Vogue, genera frustración, pues solo vemos la belleza externa y no lo que hay detrás de ese rostro perfecto y sin manchas, otra vida, otro ser que sufre, quizás cosas diferentes a las que vivimos a diario, por que los paradigmas son diferentes, pero créanme…esa figura estática y perfecta sufre, por que el sufrimiento es inherente al ser humano. No existe silicona, botox, operación quirúrgica, tarjeta de crédito que nos alivie el dolor de ser nosotros mismos, no hay pasaje, ni velocidad suficiente que nos aleje de esa realidad, pues donde vayamos nos llevaremos siempre con nosotros nuestros temores y  sombras.
Somos lo que somos y vivimos la realidad que vivimos por que somos capaces de eso y solo de eso en este momento…y está mal? No, de ninguna manera, es lo que podemos con lo que tenemos y hemos conseguido. Se puede modificar? Por supuesto que si, pero requiere trabajo, un trabajo arduo de sinceridad casi brutal con uno mismo.
Ser lo que somos parece no ser un trago fácil de digerir, sino para que tomarse tanto trabajo en ocultar lo que pensamos realmente.  
Somos seres únicos, un juego de luces y sombras, (más sombras que luces) que reflectan nuestra imagen hacia otros espejos a los que llamamos semejantes.
El ser quien no se es, es un trabajo agotador, pues pesa demasiado la armadura que cargamos para que no nos vean sin artilugios y poner en los hombros de otro nuestra propia aceptación, con sombras incluidas, no es justo, es una acción egoísta.
Vivimos y respiramos de acuerdo a las expresiones de aceptación o desaprobación de ese ser en el que buscamos nuestro propio reflejo.
Darse cuenta de esto, es saberse débil, pero darse cuenta y aceptarlo, es el principio de la libertad…
No se puede escalar una montaña si estando en la base, creemos estar en la cima…siempre hay algo que está por sobre uno y es un deber para con nosotros mismos y con el resto de nuestros semejantes, estirarnos lo suficiente (aunque duela) para ser mejores personas, depende de uno hasta donde estamos dispuestos a llegar en esa travesía llamada crecimiento.
Por eso…
He descubierto que no debo estar a la altura de nadie, salvo de mi misma…aunque hoy me de cuenta que solo mido 5 milímetros…quizás mañana, si trabajo lo suficiente, pueda medir 6, pero hoy, es lo con lo que cuento.

©Mercedes Mayol
27-01-2011






3 comentarios:

  1. Cuanta verdad en estas palabras. Y que trabajo arduo con uno mismo cada día no?. Bravo!!

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  2. se hace lo que se puede con lo que se tiene =))) y si, no es facil pero bien vale la pena el esfuerzo <3

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  3. todos los que te quieren, te quieren por como eres, es lo unico que esperan de ti, que seas como la cancion que dice yo no te pido que me bajes una estrella azul, solo te pido que mi espacio llenes con tu luz, aqui y en cualquier parte quien te quiera debiera hacerlo por como eres! Nada mas, aparte quien te quiera te dejara libre para ser como quieras y con quieras, asi que no hay de que preocuparse. Saludos

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