Se abre la puerta
Y la tentación sintáctica suspende el aire
que sabe a electricidad y viento frío
Te siento más que escucharte
Te acaricio sin rozar tu cuerpo revestido de historias
Y te saboreo,
en esta copa de vino negro y dulce con el sabor inefable de las almendras
amargas
Y mientras tanto, te retengo en ésta mirada que sé
(por suerte o cobardía),
no sos vos.
Y sin embargo te siento.
©Mercedes Mayol
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