
Su infancia transcurrió en un lugar mágico, lleno de supersticiones y leyendas. Un lugar en el que los sueños, están profundamente ligados a la realidad, y quizás ese lugar era así, por la salvaje belleza en la que estaba inmerso, quizás por el manto de líquido fuego que acaricia aquella tierra oscura y llena de vida, un río de sentimientos encontrados y perdidos, un río que ama el lecho que le sirve de camino, por que ese lecho, está limitado solo...